Historias Juveniles David, Lasso

LIBRO DONADO

1. Acordes de sueño. 2. Algún día seré un gran actor. 3. Cosas que pasan. 4. Cuando se sale a bailar. 5. Detestable rutina. 6. Dijimos a las seis y son las siete. 7. El cambio está en tus manos. 8. El dolor nos salva o nos condena. 9. El problema de la imaginación. 10. Entonces vuelvo a ser yo. 11. La conquista. 12. Qué hay detrás. 13. Seis veces más joven. 14. Talento de barrio. 15. Un amigo imaginario. 16. Tal vez tú tenías razón. 17. Un viaje sin retorno. 18. Mi experiencia con Dios. 19. Una carta a mis amigas. 20. Agua y aceite. 21. Amor sin barreras. 22. Anónimo. 23. Biografía de Luis Alfonso. 24. Despierta. 25. El bichito de mi vida. 26. Era un día más. 27. Historia de un amor juvenil. 28. La historia de Ramiro. 29. Los verdaderos y falsos amigos. 30. Mariana. 31. Mi primera cita. 32. Nueve meses con Freddy. 33. Odio, amor y sexo. 34. Papá sin saberlo. 35. Quimera de amor. 36. Yo, ella y él. 37. Al otro lado. 38. Blanca, el amor de mi vida. 39. Comencemos desde cero. 40. Cuestión de autoestima. 41. Desesperación. 42. Édison. 43. Esta historia es de mi madre y mi vida lo que fue sin ella. 44. La historia de mi vida. 45. Martina. 46. Ningún estudiante será excluido. 47. Por qué llegué demasiado tarde. 48. Refugios. 49. Sabor amargo. 50. Sobre mi vida. 51. Tiempo. 52. Una oportunidad más para un joven que quiere ser el mejor.

Much@s jóvenes ni siquiera se enteraron del ´Primer concurso intercolegial de historias juveniles´ en el 2005. Y no se enteraron por varios motivos. Primero, porque no estudiaban, ya sea por elección propia o porque les expulsaron de los ´templos del control del saber´, o porque nunca llegaron a entrar en escuela o colegio alguno, o porque sencillamente trabajaban y no había ni tiempo, ni plata, ni ganas para estudiar.A pesar de todo, en el 2005 nos llegaron 124 historias y aprendimos varias experiencias que nos sirvieron para organizar el concurso. Los lectores a quienes se dirijan Que muchos jóvenes que participaron, en realidad, piensan como adultos (y eso no es para nada un piropo ¡eh!, pues no basta vivir una realidad para poder explicarla) e internalizan las formas de control, vigilancia y represión educativas y familiares, sintiéndose culpables por la supuesta ´edad del burro´ y en riesgo, víctimas de los males del siglo: sexo, drogas y rockanroll.

Educación Básica